Una enfermedad de este tipo se da cuando más de dos personas presentan sintomatología de enfermedad tras ingerir el mismo alimento.
Una ETA aparece tras la ingestión de alimentos que contienen microorganismos vivos, por ejemplo la Salmonella, la hepatitis A, la Trichinella spirallis, entre otros. Cuando hay una cantidad de toxinas que surgen de dichos microorganismos, que afecta el buen funcionamiento de la salud, se presentan intoxicaciones que, incluso, pueden darse después de la eliminación de los microorganismos.
Se dice que en el peor de los casos, puede existir un brote de ETA, que es más alarmante de lo que parece, pues, al originarse dicho brote, no solo existe de la posibilidad de que se enfermen algunas personas, sino, de que esta enfermedad se siga propagando hasta tal punto en que una gran multitud hay adquirido la enfermedad, o hasta tener que acudir a autoridades competentes de salud, vigilancia sanitaria, entre otras.
Principalmente, los alimentos más señalados como causantes de estos brotes y hasta epidemias son los de origen animal; entre ellos, podemos encontrar los huevos, la carne de res y de cerdo, pescados, lácteos y comida marina.
Partiendo de lo anterior, cuando ocurre un caso de ETA, puede suceder que una cantidad considerable del patógeno de la enfermedad se encuentra en el alimento y produce infecciones, que el patógeno sea capaz de reproducirse y desarrollar un agente infeccioso o tóxico, que el alimento haya sido expuesto por mucho tiempo a temperaturas inadecuadas y después se haya ingerido, o, que solo una porción del alimento esté contaminada, pero la inmunidad del individuo no la pueda sobrellevar.
Existen 3 clases de ETA: las intoxicaciones, las infecciones y las infecciones mediadas por toxinas. pueden clasificarse en infecciones, intoxicaciones o infecciones mediadas por toxinas.
Conozca aquí, cómo prevenirlas: